Arzobispado de Buenos Aires
Desgrabación
de la homilía pronunciada por el Arzobispo de Buenos Aires Cardenal
Jorge Mario Bergoglio s.j. en Plaza Constitución con motivo de la 4ta Misa por las Víctimas de la Trata y Tráfico de Personas.
Jesús
iba por las calles de los pueblos enseñando a la gente, curando a los
enfermos, consolando a los afligidos, y la gente decía: “Este es un gran
hombre”. Se preguntaban quién era él. Y Jesús, que sabía eso, les hace
esta pregunta a los apóstoles. Ellos le comentan lo que la gente decía
de él y entonces los mira a los ojos y les dice: “Y ustedes quién dicen
que soy yo?” Pedro, en nombre de todos, le responde:”Sos el Mesías, el
Hijo de Dios”. Pero para evitar que creyeran que era alguien que no
estaba en órbita, que no tenía nada que ver con lo que les pasaba, Jesús
los baja de un hondazo y les dice: “Sepan que voy a tener que sufrir
mucho, que voy a ser entregado y que me van a matar”. Jesús, Dios, el
hijo de Dios que se involucra tanto en nuestra vida, en nuestra
existencia que se deja matar por nosotros. Jesús, Dios, que se
involucra tanto en nuestra existencia que quiere estar compartiendo
nuestros dolores. Jesús, Dios, que nos viene a dar una verdadera
libertad, pero no la predica desde un teatro o desde un palco sino que
la predica con la “carne en el asador” en medio de aquellos que no
tienen libertad.
Y
por eso hoy Jesús viene aquí; y no viene a proponer una teoría de la
libertad o a decir como hacer las cosas sino que viene a decir que está
con estos hermanos y hermanas nuestros que en esta ciudad de Buenos
Aires viven esclavizados. Ustedes me podrán decir: “Pero Padre, usted
siempre dice lo mismo” … Y sí, mientras en Buenos Aires haya esclavos
voy a decir lo mismo! En el colegio nos enseñaron que la esclavitud
estaba abolida pero saben que es eso? Un cuento chino! Porque en esta
ciudad de Buenos Aires la esclavitud no está abolida; en esta ciudad la
esclavitud está a la orden del día bajo diversas formas; en esta ciudad
se explota a trabajadores en talleres clandestinos y si son inmigrantes
se les priva de la posibilidad de salir de ahí; en esta ciudad hay
chicos en situación
de calle desde años! No sé si hay más o menos pero hay muchos, y esta
ciudad fracasó y sigue fracasando de liberarlos de esta esclavitud
estructural que es la situación de calle. En esta ciudad esta prohibida
la tracción a sangre … pero todas las noches veo en Plaza de Mayo
carritos cargados con cartones y tirados por chicos…Eso no es tracción a
sangre?? Es esclavitud que explota. En esta ciudad se rapta a mujeres y
chicas y se las somete al uso y abuso de su cuerpo, se las destruye en
su dignidad. En esta ciudad hay hombres que lucran y se ceban con la
carne del hermano, la carne de todos esos esclavos y esclavas; la carne
que asumió Jesús y por la cual murió vale menos que la carne de una
mascota y esto pasa en esta ciudad!!! Se cuida mejor a un perro que a
estos esclavos nuestros! Que se los patea! Se los deshace! La gran
ciudad de Buenos Aires… y Jesús esta hoy aquí para decirnos: “Mirá a tu
hermano… mirá a tu
hermana…”
Hace
un par de horas estuve reunido con la mama de Marita Verón, que fue
robada por los tratantes y sometida a trabajo en prostíbulos. Logró
liberar a otras 129 chicas pero a su hija todavía no la encontró. En
esta ciudad hay muchas chicas que dejan de jugar con muñecas para entrar
en el tugurio de un prostíbulo porque fueron robadas, fueron vendidas,
fueron traicionadas…
Hoy
venimos a pedir por las victimas de trata de personas, la trata del
trabajo esclavo, la trata de la prostitución; en esta plaza del barrio
de Maria Cash venimos a pedirle a Jesús que él, que es Dios y tomó
nuestra carne, nos haga llorar por la carne de tantos hermanas y
hermanos nuestros que son sometidos. Le venimos a pedir a Jesús que
aprendamos a cuidar a estos hermanos nuestros sometidos a la esclavitud
con la ternura que merecen y que no gastemos nuestra ternura en cuidar y
en atender mascotas dejando de lado el hambre de nuestros chicos…
Ciudad
pecadora… Ciudad sufriente… Ciudad que no sabe llorar… Buenos Aires
necesita llorar: llorar por la esclavitud de sus hijos, de tantos hijos e
hijas que pasaron por el volquete y quedaron en el volquete… en Buenos
Aires se ha instalado la cultura del volquete porque se dan por
desperdicio a hombres y mujeres que cayeron en la trata de personas.
Alguno podrá preguntar: “Padre, como puede ser esto?” Lo dije las dos
últimas veces: Hay una anestesia cotidiana que esta ciudad sabe usar muy
bien y se llama coima y con esta anestesia se adormecen las
conciencias. Buenos Aires es una ciudad coimera! Jesús esta acá con
nosotros! Jesús: enseñanos a pensar en tantos hermanos y hermanas
nuestros que son esclavos, enseñanos a meternos en su carne, enseñanos a
llorar por esta esclavitud
de Buenos Aires, enseñanos a ser más solidarios, y a luchar para que
esta ciudad no tenga más esclavos.
Y
a la Virgen, Madre de todos nosotros, le pedimos que nos contagie
ternura materna para sentir que esos hombres y mujeres, chicos y chicas,
sometidos a la esclavitud en esta ciudad, son hijos de ella e hijos
nuestros. Que Dios bendiga a todos los que en este momentos están
sufriendo, siendo explotados; que Jesús los acaricie. Hoy Jesús está en
Plaza Constitución, no para hacer política ni para dar una conferencia
sino para llorar con su Pueblo.
Que así sea.
Buenos Aires, Viernes 23 de septiembre de 2011.
Cardenal Jorge M. Bergoglio , s.j